Belén González-Gómez (a) y María Isabel Núñez-Peña (a,b)
a Dpto. Psicología Social y Psicología Cuantitativa, Universidad de Barcelona, España
b Institut de Neurociències, Universidad de Barcelona, España.

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Las personas que temen a los números suelen tener menos habilidades matemáticas. ¿Podría estar relacionado con pensamientos intrusivos generados por la ansiedad ante las matemáticas? ¿Se trata, más bien, de una mayor dificultad para procesar las cantidades en la línea numérica mental? ¿Existe alguna huella fisiológica de dicha dificultad? Entender cómo la ansiedad matemática afecta a la realización de operaciones numéricas puede permitir a las instituciones educativas y a la sociedad abordar este frecuente fenómeno de una manera más adecuada y eficiente, evitando las consecuencias negativas que acaba teniendo a largo plazo. En el presente artículo repasamos recientes hallazgos a este respecto.

Un reciente estudio de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Tübingen (Ruiz Fernández, Rahona, Hervás, Vázquez y Ulrich, en prensa) ha encontrado que la magnitud de un número puede influir en la dirección de la mirada hacia las imágenes que siguen a ese número. El procedimiento (tarea de libre elección) y el material usado (rostros humanos) sugieren que, en circunstancias más cercanas a la realidad, la magnitud de un número al que se ha atendido puede tener una influencia observable en los patrones de exploración visual del individuo.
El estudio de la línea numérica mental ha dado paso a toda una serie de investigaciones centradas en la representación de secuencias ordenadas en el cerebro humano. Los resultados de estas investigaciones demuestran que otros tipos de secuencias ordenadas tales como los meses, las letras, o los días se encuentran representados en nuestro cerebro también de una manera espacial.