Alaitz Aizpurua, Elvira García-Bajos y Malen Migueles
Dept. de Procesos Psicológicos Básicos y su Desarrollo, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, España

(cc) Walwyn
Imaginemos que en un juicio llaman a declarar como víctima o testigo a una persona mayor, situación cada vez más probable debido al envejecimiento de la población. En este artículo analizamos las diferencias entre jóvenes y mayores en la exactitud y fiabilidad del testimonio. Los mayores recuerdan con precisión aspectos representativos o la esencia del acontecimiento, pero recuerdan peor que los jóvenes detalles específicos. En pruebas de reconocimiento que requieren discriminar o verificar los hechos, las personas mayores tienen más falsas memorias y las experimentan como recuerdos verídicos en mayor medida que los jóvenes, produciendo así testimonios menos fiables.

La incorporación de información falsa en la memoria de un suceso delictivo puede alterar el subsiguiente testimonio. Para estudiar la aceptación de tres tipos diferentes de información falsa se realizaron tres experimentos aplicando el paradigma de la información engañosa. Los resultados señalan que los detalles (vs. acciones), los contenidos periféricos (vs. centrales) y la información de tipicidad alta (vs. baja) se aceptan con mayor facilidad.